Expropiación petrolera y sobre el Articulo 27 de la Constitución Mexicana
La expropiación petrolera en México fue
un acto de nacionalización de la industria petrolera realizado en el
año de 1938, como resultado de ejecución de la Ley de Expropiación del año de
1936 y del artículo 27 de la Constitución
Mexicana a las compañías que
explotaban estos recursos, mediante el decreto anunciado el 18 de marzo de 1938, por el presidente Lázaro Cárdenas del Río.
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Orígenes de la Explotación Petrolera
En 1862 el primer pozo
petrolero superficial fue perforado por el ingeniero de minas Antonio de
Castillo en el estado de Tabasco. Durante su régimen imperialista, Maximiliano de Habsburgo emitió un decreto que permitía
explotar el petróleo en México siempre y cuando se hiciera con la anuencia del
gobierno mexicano, de esta forma otorgó 38 concesiones petroleras a
particulares. En 1869, en Veracruz se inició la explotación de las
chapopoteras de Furberos.
En 1886, bajo el régimen
porfirista, las
primeras refinerías que
comenzaron a operar en Veracruz fueron El Águila, obra de los estadounidenses
Samuel Faribum y George Dickson, y la de la empresa estadounidense Water Pierce
Oil Company de Henry Clay Pierce y William H. Waters, empresa subsidiaria de la
Standard Oil Company, que años más tarde se convirtió en el Grupo Sinclair
Pierce Oil. En 1890 se estableció la Compañía Petrolera Mexicana de California
en San Luis Potosí.
HISTORIA
(AÑOS) DE LA EXPORTACIÓN PETROLERA
En 1901,
el británico sir Weetman Dickinson Pearson
comenzó a invertir en el negocio petrolero mexicano con su compañía Pearson
& Son.
En 1906 organizó a la Compañía de Petróleo el Águila y construyó la primera refinería
de Minatitlán, Veracruz, gracias a su amistad con políticos mexicanos
consiguió permisos para explorar nuevos yacimientos en los estados de Campeche, Chiapas, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz.
1904-1908: 3
de abril. El primer campo petrolífero de dimensión comercial se descubrió cerca
de El Ébano, San Luis Potosí. Se
formó la Compañía Petrolera El Águila con un capital inicial de 100,000 pesos.
El 28 de mayo inició sus operaciones de refinación en una planta con capacidad
de 2,000 barriles diarios.
Tras la
revolución de 1910, hubo la
necesidad de controlar la actividad petrolera y el presidente Francisco I.
Madero empezó con la regulación de la actividad en cuanto a los dividendos de
los impuestos. Durante el periodo del general Victoriano Huerta (1913-1914), el gobierno estadounidense
intervino para que las compañías no pagaran impuestos ni hubiera
regulación. Con Venustiano Carranza como encargado del Ejecutivo, en cambio, se
trabajó para estatuir un régimen administrativo que regulara la actividad. Ya
en el Plan de Guadalupe, en sus adiciones del 12 de diciembre de 1914, el
constitucionalismo estableció la necesidad de una legislación petrolera
nacionalista.
El 19 de
marzo de 1915 se creó una Comisión
Técnica del Petróleo para organizar la actividad del ramo en el país, que comenzó
por establecer las relaciones del gobierno con las compañías que actuaban en el
territorio.
En abril
de 1916 ese organismo dio a conocer
un informe que fijó la necesidad de que la riqueza del subsuelo se restituyera
como dominio de la nación.
Cárdenas sólo expropió los medios de extracción y
refinación que las empresas privadas y extranjeras tenían, ya que desde 1917 el petróleo era en la ley propiedad
de la nación, aunque los primeros gobiernos revolucionarios hicieron
concesiones para ser reconocidos en el extranjero y cedieron no sólo el
petróleo sino también soberanía, y cuando estas empresas quisieron imponerse al
gobierno del divisionario michoacano, entonces éste tomó esta histórica
decisión devolviéndole el petróleo a los mexicanos para su explotación.
En el artículo 27 de la constitución de 1917 que promulgara el presidente Venustiano Carranza ya estaba de
manifiesto que todos los yacimientos incluido el petróleo pasan a dominio directo de la Nación, con esa
modificación al mencionado artículo las compañías petroleras sacaron el mayor provecho antes de que se les
aplicaran la ley.
Cuando Lázaro Cárdenas asumió el cargo de presidente de la República una de las primeras acciones que tomo fue
la creación de sindicatos para proteger los derechos laborales de los trabajadores, y fue la lucha del sindicato
petrolero la que hizo que el presidente tomará la decisión de nacionalizar el petróleo, gracias a esta política de
apoyo a la clase obrera para que se organizara y pudiera exigir sus derechos laborales fue que se fundó primero
Petromex, para después convertirse en lo que hoy es Pemex.
1918: 19 de
febrero. El presidente Carranza decretó un impuesto sobre terrenos y contratos
celebrados con anterioridad al 1 de mayo de 1917, que tuvo por objeto el
arrendamiento de terrenos para la explotación del petróleo. Este instrumento
jurídico fue reglamentado mediante otro decreto expedido el 8 de agosto del
mismo año, el cual enfrentó a las compañías petroleras con el gobierno mexicano
mediante el problema de la retroactividad
1921: Con una producción de
530 mil barriles diarios, México se convirtió en el segundo productor mundial
de petróleo y en el principal exportador de petróleo en el mundo.
Los
llamados Convenios de Bucareli de 1923,
entre el gobierno de Obregón y los representantes estadounidenses, giraron en
torno a la aplicación retroactiva de la ley en los ámbitos de minería y
petróleo, pero también respecto a los impuestos que se aplicaban a las
compañías norteamericanas. Los pactos extraoficiales obligaron al presidente
Obregón a disminuir impuestos y a retrasar la ley reglamentaria nacionalista.
Fue en 1928 cuando un amante de la ciudad como
Joaquín Palacios Roji Lara creó un producto práctico y necesario para cualquier
visitante o habitante de la capital: el recorrido de la ciudad misma en la
palma de la mano; una guía basada en su experiencia por las calles y el
transporte público; una obra cartográfica de bolsillo con un trazado
comprensible para el usuario.
1930: 31 de diciembre. La
producción decreció a 32,805,495 barriles, su mínimo desde 1914 Los trabajadores petroleros se organizaron en
sindicatos; la lucha de los trabajadores por mejorar sus condiciones de trabajo
y su nivel de vida era totalmente justificada dadas las condiciones de
inseguridad laboral y sobreexplotación en las que se encontraban. La solidaridad
cundió en el gremio petrolero por lo que todas las compañías contaban con un sindicato,
los cuales buscaron su unificación, creándose el 16 de agosto el Sindicato de
Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
Para 1935, y a pesar de las múltiples negativas y represiones de los trabajadores, lograron formar el sindicato y se generó el contrato colectivo de trabajo, pero fue hasta 1937 en que se pudo concretar la firma del mismo. Sin embargo, las empresas extranjeras no quisieron acatar la obligatoriedad que les impusieron de pagarle 26 mil millones de pesos al sector obrero, y entonces se amparan ante la Suprema Corte, que les niega la oportunidad del amparo y es con la intervención del presidente Lázaro Cárdenas del Río que se decreta la expropiación de Petróleos Mexicanos. En ese entonces la ardua lucha de los que exigían sus derechos llevó a la unidad del país para lograr que Petróleos Mexicanos, que se denominaba ya con el paso del tiempo de esta manera, tuviera la oportunidad de ser una empresas exclusivamente nacional.
Este suceso fue el resultado de la implementación de la Ley Expropiación de 1937 y del Artículo 27 de la Constitución Mexicana aplicado a las compañías petroleras extranjeras que en ese momento tenían el control de la industria petrolera.
1945. El primer grupo de gas
y condensado se descubrió en la zona noreste del país.
1948: La capacidad de
refinación de Pemex alcanzó la cifra de 170 mil barriles por día 1 de
septiembre. El presidente de la República anunció que se había llegado a un
arreglo satisfactorio entre el gobierno y la Compañía Petrolera El Águila.
Comenzó a funcionar la primera planta de absorción construida por Pemex en Poza
Rica, Veracruz.
1960: Comenzó la era
petroquímica de Pemex.
1970: 27 de febrero. Se
rescindieron los contratos de Pauly Noreste. Se construyó en la ciudad de
México el edificio administrativo de Pemex.
1975: Se efectuó el primer
descubrimiento en la Sonda de Campeche, al norte de Ciudad del Carmen
En 1980, cuando el precio del petróleo llegó a un máximo de 37 dólares, la euforia había invadido de frivolidad decisiones gubernamentales de política económica, descartándose medidas de prevención para cambios súbitos en esa escalada de los precios del petróleo cuyo detonante había sido la guerra árabe-israelí pero el origen era la reestructuración que se llevaba a cabo en la industria petrolera internacional ante la crisis que observaban las principales economías industrializadas desde principios de los años setenta a consecuencia de su profunda recesión y por la caída en su consumo energético.
SEXENIOS 2000-2018
ENRIQUE PEÑA NIETO
SEXENIOS 2000-2018
Vicente Fox Quesada
Anunció, a través de un mensaje por radio y televisión,
que su administración tenía
propuestas para analizar y discutir la posibilidad de que el sector eléctrico mexicano recibiera inversiones de particulares.
propuestas para analizar y discutir la posibilidad de que el sector eléctrico mexicano recibiera inversiones de particulares.
Fue presentada ante el Congreso
de la Unión una iniciativa de reforma a la constitución, con miras a permitir
estas inversiones para la generación, distribución y comercialización de
energía eléctrica en nuestro país.
A raíz de este anuncio diversos
sectores sociales, políticos y la población en general se han pronunciado a
favor y en contra de esta iniciativa. Con frecuencia escuchamos comentarios que
afirman que incluso la aprobación de la iniciativa presidencial sería el paso
previo para después poner a la venta Petróleos Mexicanos. Otros argumentos en
contra indican que con la medida podría haber una eventual alza en las tarifas
del sector eléctrico y la industria dejaría de ser un instrumento de
desarrollo. Algunos políticos simpatizantes de Fox están a favor de reformar
los artículos 27 y 28 constitucionales, con la premisa de que la apertura del
sector eléctrico beneficiaría a los usuarios, quienes podrían elegir al
suministrador que más les convenga. Además justifican que por el momento los
recursos públicos para la modernización y expansión del sector son limitados,
por lo que urge la apertura para continuar con el desarrollo de la industria
mexicana y no llegar al extremo de no poder dotar del suministro eléctrico a
particulares y grandes consumidores de energía. Aunque la iniciativa está en este
momento en análisis y discusión en diversas instancias, incluido el Congreso y
el Senado de la república, es conveniente que el pueblo profundice acerca de la
trascendencia de la aprobación de estas reformas y por qué no, hasta de las
repercusiones de que la misma sea rechazada, y no se deje llevar por los
anuncios ramplones con que nos bombardean a lo largo del día en las estaciones
de televisión y de radio, campaña costosísima que de hecho todos pagamos con
nuestros impuestos. Desde el punto de vista económico, según los expertos, el
gobierno perderá con la privatización de la energía eléctrica un elemento clave
de su política de combate a la inflación si no logra bajar el costo y mejorar
la eficiencia en la generación y distribución del fluido eléctrico, por lo que
parece no ser una buena solución.
En contraste, la Secretaría de
Energía rechaza esta posibilidad de alza de tarifas, y por el contrario, afirma
que la iniciativa asegurará el abasto de electricidad en los próximos años, con
la promesa de calidad en el servicio y costos bajos. Otro aspecto a favor es
que se pondría fin al actual monopolio del Estado en la generación eléctrica
que actualmente solo maneja la Comisión Federal de Electricidad y la empresa
Luz y Fuerza del Centro en la capital del país. Esta apreciación también se
contrapone a la idea de que en caso de que comiencen las inversiones privadas
sería un particular el que monopolice la industria.
Son muchas las aristas que este
tema puede ofrecer. Difieren significativamente las opiniones del sector
privado, los sindicatos y los partidos políticos.
Esta controversial iniciativa que cambiaría los rumbos del país en materia de generación y distribución de electricidad podría ser aprobada en el Congreso de la Unión, lo cual significaría la más grande desincorporación en la historia de México e incluso de América Latina. Un aspecto crucial, independientemente de si la iniciativa presidencial es aprobada o no, es que todo mexicano tome conciencia de la importancia del ahorro de energía. Esta debería ser la primera regla que nos debemos imponer con el fin de prevenir cualquier problema de falta de suministro, aunque signifique solo una solución parcial al problema. Por ahora no nos queda más que esperar la aprobación o negativa sobre el particular, el cual día a día cobra mayor fuerza y las voces a favor y en contra llenarán espacios en medios de información, aulas y sitios oficiales.
Esperemos que los conceptos aquí expresados contribuyan a una mejor comprensión de lo trascendente de esta iniciativa presidencial y de lo que puede significar, pero también para que nos ayuden a formular nuestra propia postura sobre este tópico, por la importancia que reviste para el país y quienes lo habitamos
Esta controversial iniciativa que cambiaría los rumbos del país en materia de generación y distribución de electricidad podría ser aprobada en el Congreso de la Unión, lo cual significaría la más grande desincorporación en la historia de México e incluso de América Latina. Un aspecto crucial, independientemente de si la iniciativa presidencial es aprobada o no, es que todo mexicano tome conciencia de la importancia del ahorro de energía. Esta debería ser la primera regla que nos debemos imponer con el fin de prevenir cualquier problema de falta de suministro, aunque signifique solo una solución parcial al problema. Por ahora no nos queda más que esperar la aprobación o negativa sobre el particular, el cual día a día cobra mayor fuerza y las voces a favor y en contra llenarán espacios en medios de información, aulas y sitios oficiales.
Esperemos que los conceptos aquí expresados contribuyan a una mejor comprensión de lo trascendente de esta iniciativa presidencial y de lo que puede significar, pero también para que nos ayuden a formular nuestra propia postura sobre este tópico, por la importancia que reviste para el país y quienes lo habitamos
FELIPE CALDERÓN
La reforma energética presentada
por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y aprobada
por el Congreso de la
Unión de México en el año 2008 causó una serie de debates ex ante, durante y ex
post su promulgación. Lo que propone el trabajo de la doctora Rosío Vargas y el
Ingeniero Alfonso Hickman Sandoval es un análisis que va más allá de la
política mexicana y sus limitantes, para desentrañar los elementos exógenos que
intervienen en los asuntos internos de México y poder tener una explicación
mucho más amplia y apegada a la realidad de lo que significa una reforma
energética, para el Estado mexicano. De hecho, los enfoques teóricos que usan
–realismo y neorrealismo– más herramientas metodológicas como la geopolítica
son de destacarse, pues no son frecuentemente usados para tratar de analizar la
realidad nacional.
En ese sentido, la posición de México se limita a proveer petróleo de forma acelerada, lo que puede vulnerar su capacidad de productor de crudo en el futuro y mantener un dominio que constreñiría el desarrollo de sus otras capacidades productivas. Ahí es el punto del debate al que este artículo busca llegar o al menos estimular en las políticas públicas.
Esa es una de las aportaciones y
aspectos a destacar del trabajo. Así, a lo largo del análisis se plantea una
investigación que tiene como uno de sus objetos de estudio a nuestro país, pero
también a su vecindad, con los Estados Unidos de América (EUA), país con la
producción de bienes y servicios más elevada del orbe. En ese sentido, un
análisis de los elementos exógenos da explicaciones endógenas que, además,
provee de elementos para estudiar la realidad política, económica y energética
mexicana. De esta manera, los autores del trabajo establecen como principal
objeto de estudio la estrategia de seguridad energética EUA en América del
Norte, su región y zona de influencia más cercana. Describiendo cómo dicha
estrategia empieza en Canadá y continúa y se desarrolla más tarde en México,
aunque con similares niveles de eficiencia. Esta estrategia tiene varios ejes y
en el artículo se acentúan: el jurídico, establecido a raíz de la firma y
ratificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la
creación de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte
(ASPAN) que instalan una armonización normativa entre EUA, México y Canadá.
Este tipo de andamiaje legal sirve de soporte para articular el eje
económico-comercial y político-institucional de la estrategia antes mencionada,
tal es el caso del Grupo de Energía de América del Norte.
En ese sentido, la reforma
energética del actual presidente mexicano tendría la misma convergencia y
objetivo, el aseguramiento del acceso de la economía de EUA al petróleo
mexicano. Sin embargo, es importante ver que la estrategia que se esboza
presenta ciertas características, como el hecho que se enmarca en una integración,
a juicio de los autores del artículo, física, asimétrica y subordinada; que
presenta dos procesos, uno para Canadá y otro para México; que es un modelo
depredador que beneficia sobre todo al mercado energético de EUA; y que es el
componente más importante de la política exterior de Washington en la región y
muy posiblemente en el mundo. Acorde con esta tónica, el estudio analiza la
estructura de la integración antes mencionada y aporta datos interesantes,
particularmente importante es la explicación de la estrategia de EUA, teniendo
en cuenta las necesidades energéticas de este hegemón, pero, además, la
dinámica de la producción petrolera de México y Canadá para poder explicar
cabalmente las razones de una reforma energética como la que entró en vigencia
en México. Al final, el estudio detalla cómo se lleva a cabo la convergencia de
la normativa, el mercado energético y las élites e instituciones políticas
mexicanas con los objetivos de abastecimiento del depredador mercado energético
estadounidense.
Tal vez el aspecto más esclarecedor de este trabajo de
investigación es que este tipo de alineamiento de políticas y medidas se
establecen debido a que no existe en sí un concepto de seguridad energética
mexicano, ya sea como productor o consumidor de energéticos, lo que ayuda a que
la retórica gubernamental se centre, por encima de todo, en criterios de
exportación de crudo y no en las necesidades netamente mexicanas
La sobreexplotación de los
yacimientos tradicionales, el precio elevado de la explotación de los
prospectivos y las estrategias poco claras de los gobiernos mexicanos permiten
y alientan este tipo de situaciones en las que no se encuentra o llevan a cabo
medidas para la mejor administración del mercado energético mexicano, así como
en otros rubros de la economía.
Esto evidencia la falta de
definición en políticas y conceptos claves, que el gobierno de Washington lleva
trabajados y teorizados por un buen tiempo. Es por ello que la falta de
inversión en planes claros a corto, mediano y largo plazo parece mermar la
capacidad mexicana de proveer una posición cómoda en el sistema internacional.
En esencia una falta de pensamiento estratégico menos subordinado y más
independiente. El último ápice de esta convergencia de planes e intereses de
élites se puede ver en la participación de la iniciativa privada, la cual tiene
un papel sumamente importante, de acuerdo a los autores.
Sobre todo, porque la
legislación mexicana podría haber sido modificada por la reforma del presidente
Calderón de forma engañosa, para no levantar las sospechas de una violación a
la Constitución Política Mexicana. De esta forma, las actividades petroleras
upstream, que se refieren a la búsqueda, recuperación y producción de petróleo
o gas, mejor conocido como sector de producción y exploración;1 estarían siendo
supeditas a empresas transnacionales privadas, en su mayoría de EUA, bajo una
especie de esquema de subcontratación que les proveería de importantes recursos
a las empresas, pero mermaría los ingresos de la empresa petrolera mexicana,
PEMEX. La trampa estaría en el argumento de que las actividades de exploración
y producción quedan a cargo de PEMEX, pero quien estaría siendo contratado para
este tipo de trabajo serían las petroleras privadas extranjeras.
Este fenómeno es calificado por
los autores como “intenso contratismo”, pues la subcontratación estaría dejando
la mayor parte de las actividades a los contratados y la empresa administradora
quedaría como una gestora de convenios y contratos, sin una incidencia real en
la industria petrolera.
No obstante, el artículo describe
detalladamente cómo se circunscribe la reforma energética mexicana a los
intereses de la seguridad energética de EUA, bajo esquemas jurídicos
internacionales y nacionales engañosos, un mercado petrolero monopsónico,
instituciones políticas supeditadas a dicha estrategia gubernamental
estadounidense, ésta última contextualizada en un proyecto de integración
selectiva.
ENRIQUE PEÑA NIETO
El Presidente Enrique Peña Nieto presentó la iniciativa de
reforma energética mediante la
que se busca modernizar la industria petrolera
nacional, confirmando la propiedad de la Nación sobre los hidrocarburos. Los
objetivos de esta reforma energética son:
(i)
Mejorar la economía de las familias: Bajarán los
costos de los recibos de la luz y el gas. Al tener gas más barato se podrán
producir fertilizantes de mejor precio, lo que resultará en alimentos más
baratos.
(ii)
Aumentar la inversión y los empleos: Se crearán
nuevos trabajos en los próximos años. Con las nuevas empresas y menores tarifas
habrá cerca de medio millón de empleos más en este sexenio y 2 y medio millones
más para 2025, en todo el país.
(iii)
Reforzar a Pemex y a CFE: Se le dará mayor
libertad a cada empresa en sus decisiones para que se modernicen y den mejores
resultados. Pemex y CFE seguirán siendo empresas 100% de los mexicanos y 100%
públicas.
(iv)
Reforzar la rectoría del Estado como propietario
del petróleo y gas, y como regulador de la industria petrolera. Con la reforma
energética se esperaría que la producción de crudo aumentará de 2.5 millones de
barriles diarios a 3 millones para 2018 y a 3.5 millones o más para 2025, cifra
histórica de producción en México. En el caso del gas natural, la producción
pasaría de 5,700 millones de pies cúbicos a 8 mil millones para 2018, y para
2025, la producción sería de 10 mil millones de pies cúbicos. El Presidente
Enrique Peña Nieto
Para avanzar en la implementación
de la Reforma Energética, envié al Congreso de la Unión las iniciativas de
leyes secundarias en materia energética. Confío en que los señores legisladores
habrán de analizarla, enriquecerla y, en su caso, aprobarla, para que sus
beneficios comiencen a ser una realidad.
En estas leyes, se reafirma el
principio constitucional de que la propiedad de los hidrocarburos en el
subsuelo, es de la Nación y de los mexicanos. Y no sólo eso, con estas leyes
secundarias, se fortalecerá la soberanía nacional y se incrementará la
seguridad energética del país, al reducir nuestra dependencia del exterior.
La razón es sencilla. Con este
nuevo andamiaje legal, se podrán explotar, en beneficio de los mexicanos, los
abundantes yacimientos de hidrocarburos a los que, hasta ahora, aún NO tenemos
acceso. Así, al incrementarse la producción, transformación y distribución de
hidrocarburos, será posible, en el mediano plazo, reducir los precios del gas
natural y electricidad que pagan los hogares y empresas del país.
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